El Joker se pinta una sonrisa en la cara, pero sabemos que detrás de esa máscara hay algo que duele. No porque quiera engañar a los demás, sino porque, a veces, es más fácil actuar que intentar explicar lo que pasa por dentro.
Tal vez te has sentido así. Sonriendo cuando no tienes ganas, respondiendo "estoy bien" por inercia, escuchando consejos que no encajan con lo que realmente sientes. Y mientras los días pasan, la desconexión crece. No porque quieras aislarte, sino porque a veces el vacío pesa demasiado.
Y lo peor es que casi nadie lo ve. Te dicen "sal un poco", "haz ejercicio", "anima esa cara". Como si no entendieran que, si fuera tan fácil, ya lo habrías hecho. Pero esto no va de voluntad, ni de "ponerle ganas". La depresión no funciona así.
Sé que puede parecer que el futuro se ve borroso, o que las fuerzas nunca regresarán, pero quiero que sepas que hay espacio para sanar, sin prisas, a tu propio ritmo.
Si esto te resuena, quiero que sepas algo: no tienes que hacerlo solo/a. Lo que sientes es real, no estás exagerando. Hay un camino y podemos recorrerlo juntos/as, sin prisas, sin presión, cuando tú estés listo/a.